Tienes un día para ti y quieres llenarlo de disfrutes variados. Es un día, no puedes alejarte demasiado. Pues si miras al norte de Madrid, encontrarás mucho que hacer sin recorrer demasiados kilómetros.
Mañaneo serrano
Madruga que hay planes y más planes. Enfila hacia la Sierra Norte de Madrid y en una hora podrás empezar a hacer una de las rutas de senderismo o en bici habilitadas en el valle del Lozoya, la Sierra de la Cabrera, la Sierra del Rincón o el Valle del Jarama. Riqueza paisajística, frescor y bonitos pueblos van a maravillarte los ojos: Bustarviejo, Navalafuente, Rascafría, Navarredonda, Torrelaguna, Patones, Buitrago de Lozoya y sus alrededores merecen el desplazamiento por sí solos.
Es verdaderamente impresionante el desglose del patrimonio natural e histórico artístico de la Sierra Norte de Madrid. Para no cansarte a base de exhaustividad, citaremos tan solo que aquí puedes visitar el abedular de Canencia, el bosque mixto de hayas y robles del monte de El Chaparral, el Monasterio del Paular, el Pontón de la Oliva… Por supuesto, todo ello es inabarcable en una sola visita. Te recomendamos que selecciones una ruta guiada por tu tipo de campo preferido y un pueblo cercano para la mañana de tu día norteño.

De comer, arroz
En el camino de vuelta a Madrid capital, te proponemos degustar un arroz de los buenos. Hay una arrocería en Alcobendas, con sedes también en Montecarmelo y Tres Cantos, que es parada obligatoria en el Norte de Madrid. Te hablamos de Arrocería Formentera, donde es imprescindible pedirse un arroz, por supuesto, y donde también clavan platos de pescado como el atún de almadraba o la fritura variada y carnes como el solomillo de vaca vieja o el Rib Eye de lomo alto.
Pero dale al arroz, haznos caso, hay muchas opciones como el arroz negro con chipirones, el arroz a banda, el meloso de boletus y rape o el meloso de carabineros que vas a gozar hasta el último grano. También disponen de servicio a domicilio, por cierto.
Bajar la comida en un parque forestal
Se impone un paseo para favorecer la digestión, y para ello te señalamos el parque forestal de Valdebebas-Felipe VI, en el distrito de Hortaleza. Es muy curiosa su silueta, que representa a un gran árbol. Su extensión aproximada es de 470 hectáreas, divididas es diferentes áreas mayoritariamente forestales.
La zona central es el corazón del entorno. Se subdivide en los denominados espacios de Copa y Campo Abierto, que representan la mayor superficie del parque forestal. Incluye ámbitos de carácter jardinero que tienen una finalidad vertebradora, al servir de orientación dentro del mismo, y que aportan carácter debido a su singularidad. Se trata del Laberinto (con una estructura central de madera en forma de espiral ascendente y un mirador), del Arboreto (donde de cinco cubetas afloran islas con formaciones vegetales) y de las Terrazas (superficie compuesta por una serie de plataformas ajardinadas con desarrollo en cascada descendente hacia el río).
El Parque El Capricho
Avanzada la tarde, hay tiempo todavía para pasarse por el barrio de la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas. En él hay dos hitos monumentales a no perderse. El más conocido es el Parque El Capricho, uno de los más bonitos e interesantes de todo Madrid. Es un parque histórico, construido entre 1787 y 1839 por encargo de la duquesa de Osuna. Tiene los aires neoclásico y romántico que le corresponden por la época en la que se creó, si bien es este segundo estilo el más presente por ser quizá más acorde a la personalidad de la duquesa. La noble quiso tener un espacio de recreo a las afueras de Madrid y para ello ordenó la edificación de un palacio en la Alameda con su ajardinamiento correspondiente. El conjunto abarca una extensión de 14 hectáreas en los cuales se suceden placeres estéticos como los que procuran el Casino de Baile, el Laberinto, el estatuario y las fuentes y la propia naturaleza, a la que desde el proyecto original se le permitió expresarse en grandes espacios sin una excesiva intervención del hombre para encarrilarla.
En el Parque El Capricho, cerca del Palacio, hay un búnker de la Guerra Civil que albergó durante la contienda el Cuartel General de la Defensa de Madrid. Es visitable, pero hay que reservar plaza con mucha antelación.
¿Un castillo en Madrid, Madrid?
Por último, queremos hablarte de un secreto de Madrid que te va a sorprender: en el municipio capitalino hay un castillo del siglo XV, el castillo de la Alameda.
Construido como castillo señorial, ha sufrido diferentes transformaciones a lo largo de los siglos. Originalmente se ubicaba entre las aldeas medievales de la Alameda y Barajas. Su primer propietario fue el Señor de Barajas, Juan Zapata, para quien tenía una función militar además de residencial. En el XVI se convierte en un palacio renacentista de recreo de diferentes aristócratas madrileños. También le afectó la Guerra Civil, periodo en el que fue empleado como fortín del bando republicano. En el entorno se conserva un nido de ametralladoras.
Un día bien completo, ¿no? Próximamente, más madrileñadas.
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