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Un paseo por la Puerta del Sol desde sus orígenes hasta la fuente sostenible

La Puerta del Sol, ese icónico espacio que late al ritmo de Madrid, es más que una simple plaza. Es el corazón de la capital española, un punto de encuentro y un escenario histórico que ha visto pasar siglos de transformaciones. Desde sus orígenes como una de las puertas de la muralla medieval hasta la reciente incorporación de una fuente sostenible, la Puerta del Sol es un reflejo vivo de la evolución de Madrid.

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En el Plano de Teixeira de 1656. Imagen: Instituto Geográfico Nacional

Un viaje al pasado de la Puerta del Sol

Imagina Madrid en el siglo XV, una ciudad rodeada de murallas y puertas que marcaban sus límites. La Puerta del Sol era una de esas puertas, y su nombre parece provenir de un sol que adornaba la entrada. Este sol no solo servía como decoración sino también como un faro para los viajeros que llegaban a la ciudad.

Con el tiempo, Madrid comenzó a expandirse y la muralla se convirtió en un obstáculo para el crecimiento. Fue demolida, y la Puerta del Sol empezó a transformarse en una plaza. Durante el siglo XIX, se convirtió en un núcleo de actividad, especialmente con la llegada del tranvía y más tarde con la inauguración de la estación de metro Sol en 1919.

Dentro de la plaza, hay otro icono de la capital que si has estado en Madrid, seguro que has visto, la estatua del Oso y el Madroño. Este monumento, instalado en 1967, representa el escudo de armas de Madrid y es un punto de encuentro popular tanto para locales como para turistas. Es más que una simple estatua; es un símbolo de la identidad madrileña.

Testigo de la Historia de Madrid

En el siglo XV, Madrid era una villa con solo 15.000 habitantes, y la Puerta del Sol era poco más que un cruce de caminos. Sin embargo, a medida que Madrid se expandía y se convertía en la capital del Imperio de los Austrias, la Puerta del Sol se consolidaba como su centro geográfico.

Durante siglos, la Puerta del Sol ha sido testigo de eventos históricos, incluyendo la lucha contra los franceses en 1808. En el siglo XIX, la plaza reemplazó a la Plaza Mayor como el epicentro de la actividad en Madrid.

En 1768, se construyó la Real Casa de Correos, actual sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, con su famoso reloj agregado en 1865. La Puerta del Sol también fue pionera en la adopción de innovaciones, como urinarios públicos, farolas eléctricas y la primera estación de metro en 1919. Esta plaza también fue testigo de la proclamación de la Segunda República en 1931.

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Construcción de la Real Casa de Correos en 1768. Imagen: Ayuntamiento de Madrid.

La transformación de la Puerta del Sol en un área comercial comenzó en la década de 1940 con la apertura de Galerías Preciados, el primer centro comercial de la ciudad. A lo largo de las décadas, los pequeños comercios y la vida vecinal cedieron espacio a grandes superficies comerciales.

Durante la Transición Española en los años 70, la plaza se convirtió en un lugar de reunión para manifestantes que buscaban la democracia y el cambio político en España. En los años 80 la plaza experimentó una reforma significativa a cargo de los arquitectos Antonio Riviere, Javier Ortega y Antón Capitel. Esta reforma incluyó la creación de zonas peatonales, lo que cambió la dinámica del tráfico en la zona. También es escenario de diversas manifestaciones y movimientos sociales, como el reciente movimiento del 15M en el siglo XXI, entre otros eventos históricos. Además de ser conocida por albergar el famoso Kilómetro Cero, que marca el punto de partida de todas las carreteras radiales de España. También es famosa por ser el lugar elegido para dar las campanadas en Nochevieja para marcar el comienzo del Año Nuevo.

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La llegada del coche. Imagen: Ayuntamiento de Madrid.

La nueva fuente de la Puerta del Sol

En un esfuerzo por modernizar la plaza y hacerla más sostenible, se ha añadido recientemente una nueva fuente. Esta no es una fuente común; utiliza agua reciclada y cuenta con un diseño moderno que la convierte en una atracción en sí misma.

Así, la Puerta del Sol continúa siendo un punto de encuentro para madrileños y visitantes de todo el mundo. Desde su pasado como una puerta de la muralla hasta su papel en eventos históricos y su reciente renovación con una nueva fuente, esta plaza sigue siendo un lugar de importancia cultural y social en Madrid. Su historia se fusiona con el presente en un recordatorio de la riqueza y diversidad de la capital española. La Puerta del Sol de Madrid es mucho más que una plaza, es el corazón de la capital española y un testigo de siglos de transformaciones. Desde su origen como una puerta de la muralla medieval hasta su reciente transformación en un espacio peatonal, la Puerta del Sol refleja la evolución de Madrid.

Si quieres saber más sobre esta plaza u otras curiosidades no te pierdas nuestro tour Madrid secreto a secreto.

Monet. Obras maestras del Musée Marmottan Monet.

Desde el 21 de septiembre hasta el 25 de febrero, CentroCentro, nos brinda la oportunidad de maravillarnos con la primera y grandiosa exposición en Madrid dedicada al célebre pintor francés Claude Monet, conocido como el padre del impresionismo.

Prepárate para disfrutar de una experiencia artística única en Madrid, donde más de 50 obras maestras del icónico pintor impresionista Claude Monet, provenientes del famoso Musée Marmottan Monet de París, te cautivarán y te llevarán en un viaje a través de su excepcional trayectoria artística.

La exposición te permitirá sumergirte en la mente creativa de Monet al explorar las obras que más apreciaba y que atesoró celosamente hasta su último suspiro en su hogar de Giverny. Entre estas preciosidades, destacan los célebres Nenúfares, auténticos emblemas del genio francés.

El Musée Marmottan Monet alberga el conjunto más importante y nutrido de obras del artista, fruto de la donación realizada por su hijo Michel en 1966. Ahora, Madrid tiene el honor de recibir estas obras excepcionales, entre las que se incluyen joyas como el Retrato de Michel Monet con gorro de pompón (1880), El tren en la nieve. La locomotora (1875) o Londres. El Parlamento. Reflejos en el Támesis (1905). Pero eso no es todo, también podrás deleitarte con cuadros de gran formato como Los cautivadores Nenúfares (1917-1920) y Las evanescentes Glicinas (1919-1920).

La exposición ha sido organizada por CentroCentro y Arthemisia, en colaboración con el Musée Marmottan Monet de París. La concepción de la muestra está a cargo de la comisaria general y conservadora del museo, Sylvie Carlier, junto con las cocomisarias Marianne Mathieu, historiadora del arte, y Aurélie Gavoille, asistente de conservación del Musée Marmottan Monet. Juntas han creado un discurso expositivo que te llevará de la mano a través de estas magníficas obras, contándote historias y secretos del célebre pintor impresionista.

Claude Monet, un hombre cuyo nombre se encuentra íntimamente ligado al movimiento impresionista, es considerado uno de sus fundadores. Impresión, sol naciente (1872), una de sus pinturas más famosas, le dio el nombre a este movimiento artístico revolucionario.

Monet es, sin duda, el exponente más consistente y prolífico dentro del impresionismo. Su filosofía artística consistía en capturar la naturaleza en su esencia más pura y cambiante, por lo que pintaba series de un mismo tema en distintos momentos y condiciones atmosféricas. Cada cuadro era único y reflejaba la maravilla de la naturaleza en constante transformación.

La exposición estará abierta al público de lunes a domingo, con horario de 10:00 a 20:00 (último pase a las 19:00) para las entradas individuales, y de lunes a viernes para las entradas grupales. Si formas parte de un grupo de adultos (mínimo 20 personas), el costo de la entrada será de 13€ por persona, mientras que los grupos escolares (infantil, primaria, secundaria y bachillerato) tendrán un precio de 6€ por persona. Además, habrá entradas reducidas para desempleados, personas con diversidad funcional, estudiantes menores de 25 años, mayores de 65 años, titulares del carnet joven y familias numerosas, por 14€ (es necesario presentar la acreditación actualizada). ¡Y no te olvides que los guías oficiales de Madrid y los niños menores de 12 años tendrán entrada gratuita!

Además, como recomendación adicional, si lo que quieres es pintar un Monet, un Van Gogh o tu pintor favorito, acompañado de un buen vino, te recomendamos Xpresarte, donde podrás pintar tu propio cuadro.

¿Por qué se celebran las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo, y La Paloma? 

La Verbena Madrileña: Tradición con más historia de la que imaginamos

La ciudad de Madrid, durante los calurosos meses de verano, se transforma en un escenario de verbenas. Las fiestas tradicionales más representativas de la capital. Los madrileños que permanecen en la ciudad no dudan en sumarse a las festividades más populares y auténticas que Madrid ofrece. El verano, sin duda, es la mejor época para apreciar que Madrid es una urbe de contrastes, una simbiosis entre tradición y modernidad, y qué mejor manera de experimentarlo que disfrutando de una auténtica verbena.

La raíz de esta celebración arraigada en la cultura madrileña proviene de un origen botánico, tomando el nombre de una pequeña planta, la “verbena” (Verbena officinalis), con delicadas flores de color rosa pálido. Desde tiempos antiguos, esta planta se utilizaba ampliamente por sus supuestas propiedades curativas. Era recolectada con la llegada del solsticio de verano, y a partir de ella se elaboraban diversos remedios y ungüentos para tratar diversas dolencias. También se empleaba en rituales y ofrendas a las divinidades paganas, que se llevaban a cabo desde la madrugada hasta el amanecer. En el siglo IV, con la decadencia del Imperio Romano, la Iglesia Católica decidió tomar el control de muchas de estas celebraciones paganas, anulándolas o transformándolas en festividades religiosas. Entre ellas se encontraba el solsticio de verano, que se convirtió en la Fiesta de San Juan.

Durante la Edad Media, los rituales nocturnos que involucraban la verbena ganaron popularidad. Especialmente en la noche de San Juan, se llevaban a cabo para atraer el amor y la fertilidad bajo la luz de la luna. La planta verbena florecía abundantemente en las primaveras madrileñas, y durante el Siglo de Oro, en la noche de San Juan, los jóvenes salían a los campos a recoger matas y flores para coronarse con verbena y cantarle serenatas a sus enamoradas. La planta tenía diversas aplicaciones terapéuticas, como sedante, estimulante de la lactancia materna y antiinflamatorio. También se consideraba un remedio contra la resaca para contrarrestar los efectos del vino. Además, las novias solían ocultar flores de verbena bajo sus vestidos el día de su boda, buscando asegurarse un matrimonio feliz. La expresión “coger la verbena” se popularizó en el siglo XVIII para referirse a madrugar la noche del 23 al 24 de junio y recolectar la planta para usarla en medicina casera. Con el tiempo, la noche de San Juan se convirtió en una ocasión para celebrar un gran festín popular tras la recogida de la verbena, y esta tradición fue adoptando el nombre de la planta, convirtiéndose así en lo que hoy conocemos como “verbena”.

Hacia mediados del siglo XIX, estas festividades se extendieron por toda la ciudad, ofreciendo a los madrileños de clases humildes la oportunidad de disfrutar después de un año de arduo trabajo. En una época sin vacaciones y con poco desarrollo turístico, estos días festivos veraniegos eran una ocasión para reunirse con familiares, amigos y vecinos.

Las comunidades de los barrios se unían para decorar balcones con mantillas, y las calles se llenaban de pañuelos y guirnaldas de papel. Se organizaban bailes, pasacalles y se compartía comida y bebida en las plazas o patios de las corralas, rompiendo con la monotonía y rigidez de la vida cotidiana.

Las verbenas congregaban a diversos personajes populares del Madrid del siglo XIX, como modistillas, violeteras, cigarreras, aguadores, organilleros y barquilleros, además de los inconfundibles chulapos madrileños. El chotis, baile típico madrileño, sonaba al ritmo del organillo mientras se disfrutaban de las tradicionales gallinejas, entresijos y limoná, una bebida a base de vino blanco, zumo de limón, azúcar y canela.

La emoción y los preparativos para recolectar la verbena aumentaban, dando lugar a un gran festín que luego se transformó en una tradición con el nombre de “ir de verbena”, reemplazando expresiones antiguas como “ir al baile”.

San Lorenzo, San Cayetano y La Paloma

Y como hemos dicho, las verbenas, pasaron a tener un carácter religioso dedicado a diferentes santos, vinculándose profundamente con la cultura y tradiciones locales. Entre las numerosas verbenas que adornan el calendario madrileño, tres de las más destacadas son las Fiestas de San Cayetano, las Fiestas de San Lorenzo y las Fiestas de La Virgen de la Paloma.

San Cayetano San Lorenzo La Paloma 2023

Las Fiestas de San Cayetano tienen lugar durante la primera semana de agosto en el barrio de Embajadores. El día 7 de agosto es el día de San Cayetano, y las festividades se centran en torno a la Iglesia de San Millán y San Cayetano, ubicada en la calle de Embajadores y sus alrededores.

En la iglesia de San Cayetano se encuentra la imagen de este santo, ante la cual los devotos acuden cada 7 de agosto para besarle el pie derecho. Durante la procesión, muchos buscan atrapar una flor del trono, pues según la tradición, esto asegura trabajo durante el próximo año. ¿Por qué esta asociación con el trabajo? La respuesta radica en que San Cayetano es considerado el patrón de los gestores administrativos y de los desempleados. La historia cuenta que este santo siempre estuvo al lado de los pobres y enfermos, despojándose de todos sus bienes y dedicando su vida a ayudar a los más necesitados. Incluso en situaciones apremiantes, hacía sonar una campanita para solicitar ayuda.

Para celebrar San Cayetano, los vecinos siguen la tradición que sus antepasados iniciaron en la calle del Oso: repartir la famosa “limoná” que ellos mismos elaboran.

Otra festividad relevante es la de San Lorenzo, que tiene lugar del 10 al 12 de agosto en el pintoresco barrio de Lavapiés. El día 10 de agosto se celebra el día de San Lorenzo, y la iglesia dedicada a este santo se encuentra en la calle Doctor Piga.

La figura de San Lorenzo, quien vivió en el siglo III, también estuvo muy cercana a los necesitados. Tras la muerte del Papa, se le encomendó realizar un inventario de los bienes, pero en lugar de ello, los distribuyó entre los más pobres. Además, entregó a sus superiores a los leprosos de la ciudad, argumentando que aquel era el verdadero patrimonio de la Iglesia. Estos hechos condujeron a su condena, y fue ejecutado en una parrilla un 10 de agosto.

Finalmente, el plato fuerte de las verbenas de agosto llega entre el 13 y el 15 de agosto con las celebraciones en honor a La Virgen de la Paloma. Esta advocación es una de las más conocidas y queridas por los madrileños, considerada la patrona popular de la ciudad, aunque la patrona oficial es la Virgen de la Almudena.

La historia de estas fiestas es singular, ya que no se homenajea a una figura religiosa, como es tradicional en nuestra cultura católica, sino a un lienzo. En 1787, una devota mujer llamada Isabel Tintero encontró a unos niños jugando con un cuadro con la imagen de una virgen en la calle. Ella rescató y restauró el lienzo, ubicándolo en la puerta de su casa. Con el tiempo, la fama de la Virgen creció, y decidieron construir una iglesia para acoger a todos los fieles que venían a visitarla. Finalmente, la iglesia fue nombrada de La Paloma por la calle en la que se encuentra.

La verbena en honor a La Virgen de la Paloma se desarrolla en lugares como la Plaza de la Paja, la Plaza de la Cebada, la carrera de San Francisco o los jardines de Las Vistillas. Durante estas festividades, las calles se engalanan con mantones y guirnaldas, y los chulapos protagonizan desfiles improvisados con sus trajes típicos. Esta festividad cuenta incluso con una zarzuela que lleva su nombre, siendo la celebración madre de las fiestas que tienen lugar en la primera quincena de agosto.

El origen del Orgullo en Madrid

A nivel mundial, diferentes ciudades han acogido y promovido lo que ya es una celebración que año tras año se ha hecho un hueco en el calendario, y de la cual Madrid ha conseguido convertirse en el epicentro emblemático, donde miles de personas se reúnen cada año para conmemorar la diversidad y expresar su apoyo. Pero para llegar a este punto, el Orgullo se ha tenido que ir evolucionando poquito a poco hasta convertirse en uno de los eventos más destacados de la ciudad.

La historia del Orgullo Gay en Madrid se remonta a la década de 1970, cuando España estaba emergiendo de la dictadura de Franco. Durante aquellos años, la comunidad LGBT+ luchaba por la visibilidad y por el reconocimiento de sus derechos. Fue en este contexto que nació la manifestación del Orgullo Gay en la capital española.

El 26 de junio de 1977, apenas dos años después de la muerte de Franco, se celebró la primera marcha del Orgullo en Madrid. La fecha elegida fue simbólica, ya que coincidía con el aniversario de los disturbios de Stonewall en Nueva York, considerados el punto de partida del movimiento moderno por los derechos LGBT+.

En sus primeras ediciones, la marcha del Orgullo en Madrid era una manifestación política y reivindicativa, donde los participantes exigían igualdad de derechos y el fin de la discriminación. Estos primeros años fueron difíciles, ya que la comunidad LGBT+ debía enfrentarse a la intolerancia y a la falta de comprensión por parte de la sociedad.

Madrid la cuna del orgullo gay

Hoy en día, Madrid se ha consolidado como una capital mundial del Orgullo Gay, con su celebración anual atrayendo a personas de todas partes del mundo. Durante la última semana de junio, la ciudad se engalana con los colores del arcoíris y acoge una amplia variedad de actividades y eventos que culminan con la gran manifestación del Orgullo.

La manifestación se ha convertido en una fiesta multitudinaria, donde miles de personas desfilan por las calles del centro de la ciudad, mostrando su apoyo y visibilidad, además del resto de eventos que acompañan a la manifestación y que ya conocemos como conciertos, exposiciones, charlas y fiestas temáticas que dan cabida a diferentes expresiones de la cultura LGBT+.

El Orgullo Gay en Madrid ha dejado una huella profunda en la sociedad española y más allá. Ha sido una herramienta poderosa en la lucha por la igualdad de derechos, la visibilidad de las personas LGBTI+ y la normalización de la diversidad. Además, ha promovido el turismo y ha proyectado la imagen de Madrid como una ciudad inclusiva, abierta y acogedora.

El Orgullo ha sido un catalizador para cambios significativos en la legislación española en materia de derechos LGBT+. Durante las últimas décadas, se han logrado importantes avances, como la legalización del matrimonio igualitario o la aprobación de leyes que prohíben la discriminación por orientación sexual e identidad de género.

El Orgullo Gay en Madrid también ha servido como modelo y fuente de inspiración para otras ciudades y países. Muchas ciudades alrededor del mundo han adoptado la celebración del Orgullo como una oportunidad para promover la diversidad y los derechos humanos, copiando el modelo de Madrid.

Nosotros contamos con la ruta Chueca chispera, donde podéis conocer los entresijos de este barrio que es todo un icono del colectivo LGTB+.