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¿Qué esculturas esconde Madrid para conmemorar el Levantamiento del 2 de mayo?

La representaciones del levantamiento de los españoles contra la invasión francesa en Madrid

En Madrid existen y se esconden numerosas esculturas que conmemoran a diferentes figuras o hechos que estuvieron presentes en el histórico Levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra el emperador Napoleón Bonaparte y sus tropas francesas. Las tropas francesas fusilaron durante la madrugada del 2 al 3 de mayo a decenas de madrileños en lugares hoy tan concurridos como el Paseo del Prado, la Puerta del Sol o la Puerta de Alcalá. Por eso, la capital tiene varias esculturas para honrar a todas aquellas personas fusiladas y el sentimiento de colaboración y unión de todo un pueblo. Pero como siempre, si quieres saber más sobre Madrid, nosotros te lo contamos.

Monumento a los caídos por España

Conocido también como el Obelisco del 2 de mayo, es un monumento que se dedica a los héroes del levantamiento. Fue diseñado por Isidro González Velázquez en 1821 y hasta el reinado de María Cristina de Borbón no se concluyó su construcción. Se encuentra en la Plaza de la Lealtad y su función es servir a la memoria de todos los caídos por España con independencia de la época, En este lugar, además, hubo fusilamientos relacionados con el levantamiento. La escultura responde al modelo de monumento al soldado desconocido, con rasgos funerarios, referencias a algunos héroes, inscripciones conmemorativas y una llama eterna que se puede ver claramente y preside el monumento.

Esculturas Daoiz y Velarde y arco de Monteleón

Este monumento está formado por las esculturas de dos militares: Luis Daoiz y Pedro Velarde. En el fondo y justo detrás de ellos, se levanta el Arco de Montelón, el único resto del Parque de Artillería de Montelón que defendieron los dos militares representados cuando se unieron a la revuelta popular. No es casualidad que estén juntos, sino que su conexión es real. Daoiz y Velarde contradijeron las órdenes de sus superiores y decidieron unirse a la lucha y la defensa del pueblo hasta la muerte más heroica. El rey Fernando VII fue el que lanzó la iniciativa de conmemorar a dichos militares y Antonio Solá en 1822 fue quien materializó el conjunto escultórico. Tras trasladarlo de un sitio a otro, hasta el 1932 no fue instalado en lo que se conoce como la Plaza del Dos de Mayo donde continúa a día de hoy.

Escultura Jacinto Ruiz Mendoza

Esta escultura fue llevada a cabo por Mariano Benlliure, uno de los escultores españoles más reconocidos e importantes de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Se encuentra ubicada en la Plaza del Rey en el barrio de Justicia de Madrid. Jacinto Ruiz y Mendoza, más conocido como el teniente Ruiz, fue una de las figuras más representativas y que se hicieron notar durante la Guerra de Independencia Española. Defendió el Parque de Artillería de Monteleón junto a los dos militares mencionados en el monumento anterior. Después de ser herido tras una dura batalla, murió poco tiempo después. Este monumento se inauguró el 5 de mayo de 1891 en el centro de la Plaza del Rey y hoy en día, con motivo de ciertas obras públicas, se ha trasladado a la esquina noroeste de esa misma plaza.

Al pueblo del Dos de Mayo

Este es el monumento dirigido para todos y cada uno de los miembros del pueblo español de Madrid que lucharon en conjunto como una muestra de honor a su heroísmo en los hechos de mayo de 1808. La escultura está formada por los monumentos de Luis Daoiz, el chispero Juan Manuel Malasaña y su hija Manuela Malasaña y un niño anónimo del cual no se sabe su origen. Todas estas figuras forman una escena en la que se representa la lucha, sufrimiento y agotamiento del levantamiento del 2 de mayo. Su autor es Aniceto Marinas y en noviembre de 1908 fue sustituido el proyecto no concluido que se había lanzado por la escultura que tenemos a día de hoy. Se encuentra al final de la calle Ferraz, cerca de Bailén junto a los jardines ubicados en frente de la Plaza de España.

Busto a Clara del Rey

El Ayuntamiento de Villalón de Campos ha sido el impulsor de la construcción de este busto para homenajear a Clara del Rey. Esta mujer fue una figura clave en el acontecimiento del 2 de mayo, en el que, junto a su marido y sus tres hijos decidió luchar contra el ejército de Napoleón en el Parque de Artillería de Monteleón. La metralla de una bala de cañón le fracturó la cabeza y murió. También lo hicieron su marido y uno de sus tres hijos. Es una escultura que busca honrar a todas aquellas mujeres que ese día salieron a la calle en defensa de la libertad, de la ciudad y de los españoles. Este busto ha sido creado por Cesar Orrico y preside la entrada a la plaza de las Comendadoras.

Además de estos monumentos, existen numerosas placas repartidas por diferentes lugares de la Madrid donde tuvieron lugar los fusilamientos y si algún día paseáis por alguna de sus céntricas calles, solo tenéis que levantar la vista y buscar.

Los dulces típicos de Semana Santa en Madrid

6 dulces típicos de la Semana Santa madrileña

Se acerca la Semana Santa, una celebración que, aunque su origen sea religioso, hay muchas personas que la toman como una época de reunión con familia y amigos. Para eso no hay mejor plan que endulzar las reuniones con algún que otro dulce. La oferta gastronómica que posee la Comunidad de Madrid es muy amplia. Por eso, te dejamos aquí 6 dulces típicos que tienes que comer en Semana Santa.

1.    Torrijas

La torrija es, sin duda alguna, la protagonista por excelencia de estas fiestas no sólo en Madrid, sino en toda España. Es uno de los dulces más conocidos y consumidos a nivel nacional y, es que, si hablamos de Semana Santa, es una de las primeras cosas que nos vienen a la mente. El origen de este dulce y su relación con la Semana Santa es un poco confuso, pero se cree que fue para aprovechar el pan que sobraba de la vigilia.

La elaboración de las torrijas es bastante simple, pero tiene su qué. Son rebanadas de pan empapadas en un mejunje formado por leche, canela y la cáscara de un limón. Después de embadurnarlas de pasan por huevo y se fríen en abundante aceite. Por último, se aderezan con canela y miel.

2.    Mona de Pascua

Este es otro dulce típico que se ha extendido a muchas partes de nuestro país. La mona de Pascua es una herencia de los árabes y se come como forma de celebración simbolizando que la Cuaresma y, por tanto, la vigilia, han terminado. Aunque es una especie de bizcocho dulce, se sirve con huevos cocidos incrustados en el bollo que hay que pelar antes de comerlos.

3.    Bartolillos

Estos dulces típicos tienen este nombre como homenaje a los llamados Bartolomé, un nombre muy popular en Madrid en el siglo XIX. Los bartolillos son los dulces más antiguos de Madrid, según se refleja en muchos recetarios. Su origen no está muy claro, aunque se piensa que tienen procedencia árabe. Sin embargo, existen pruebas de que ya lo preparaban los romanos en la antigüedad.

La masa se prepara con manteca y se rellena con crema pastelera para después freírse en aceite de oliva. Se decora con azúcar glas por encima.

4.    El hornazo

Este dulce es típico de dos localidades madrileñas: Chinchón y Vega de Tajuña. La tradición dice que el Domingo de Resurrección hay que ir a correr el hornazo. Se trata de una comida con amigos en el campo en la que se disfruta de este dulce. Es un bollo de pasta y levadura decorado con un huevo en el centro y con anises de colores.

5.    Penitentes de Alcalá

Como indica su nombre son originarios de Alcalá de Henares. Son conos de barquillo rellenos de crema de almendras y cubiertos de chocolate. Emulan los capirotes de los nazarenos que van en las procesiones de Semana Santa.

6.    Buñuelos de viento

Estos típicos dulces son bolas de masas hechas con harina de trigo, manteca y huevos que después se fríen en aceite de oliva. Suelen estar rellenos de crema pastelera, aunque también pueden rellenarse con chocolate, nata o batata.

Su origen data en el siglo XVI y surgieron como solución para aprovechar las sobras de la comida, tanto dulce como salada.

Con esto terminamos esta lista enumerando algunos de los dulces típicos de Semana Santa en Madrid, pero hay muchos más. Hay que destacar algunos dulces conocidos como los huevos de pascua que pueden ser de diferentes tamaños y están hechos de chocolate o los pasioncitos de Morata de Tajuña.

Si quieres saber más sobre Madrid, ven a descubrirlo con nosotros y te contaremos un montón de datos curiosos.

De dónde viene lo del Entierro de la Sardina

Después de las risas de Carnaval, llegan las lágrimas de esta tradición festiva que se celebra en varios rincones de España.

La finalización del Carnaval la marca el Entierro de la Sardina. Distintas ciudades, entre ellas Madrid, se visten de negro para este evento, que suele consistir en un desfile al más puro estilo carnavalesco que imita un cortejo fúnebre y culmina con la quema de una sardina. Pero ¿por qué se celebra? Y ¿por qué una sardina? 

Imagen: Ayuntamiento de Madrid

Esta tradición se desarrolló como una forma humorística y simbólica de decir adiós a la diversión del Carnaval. Según la creencia popular, en esta festividad única se enterraban con un toque de humor los excesos del Carnaval para dar paso a la solemne Cuaresma, que comienza con el Miércoles de Ceniza.

Cada comunidad autónoma tiene su propia forma de celebrar esta tradición, con disfraces tradicionales y carrozas típicas. Sin embargo, hay un factor común en casi todas ellas: la sardina, una gran sardina hecha de papel o cartón, llevada en un cortejo fúnebre y acompañada por un grupo de plañideras que lloran dramáticamente su muerte por las calles, hasta llegar a un lugar en concreto donde es quemada. La procesión tiene carácter burlesco y cómico y ambiente festivo, pero ¿cuál es su origen? Hay algunas teorías al respecto:

Una de ellas se remonta a la España del siglo XVIII. En ese entonces, el Carnaval solía ser una época de excesos y desenfreno antes de la llegada de la Cuaresma, un periodo de abstinencia y reflexión según la religión católica. La sardina era un alimento comúnmente asociado con la Cuaresma, ya que estaba permitida dentro de las restricciones alimenticias. El entierro simbólico de una sardina alegre daba paso a la época del consumo de sardinas de Cuaresma.

Imagen: ayuntamiento de Pinto

Otras de las teorías dice que en ese mismo siglo XVIII, el rey Carlos III regaló a los nobles madrileños un cargamento de sardinas para que pasaran la Cuaresma, pero que cuando el pescado llegó a Madrid, tenía muy mal olor. Por lo que las enterraron en la ribera del Manzanares… Puede que tan solo sea una leyenda, pero lo cierto es que, en el siglo XIX, en Madrid, ya había un entierro de la sardina.

Otra de las teorías cuenta que en los inicios no se enterraba una sardina, sino que lo que se enterraba era un alimento prohibido en Semana Santa. Concretamente, una loncha de panceta… a la que llamaban sardina.

Y vosotros, ¿habéis escuchado alguna otra teoría del Entierro de la Sardina?

Si quieres saber más datos curiosos sobre Madrid, nosotros te los contamos en nuestras visitas guiadas.

El origen de las rebajas

La historia de las rebajas en Madrid

¿Alguna vez te has preguntado cómo fue el origen de las rebajas en España? Pues surgieron aquí en la capital, en pleno centro de Madrid. Como cualquier persona ya sabe, la época de las rebajas es el periodo de descuento de artículos en el que las tiendas aprovechan para liquidar el stock de la temporada. Hay varias a lo largo del año, pero, sin duda, las rebajas más importantes son las de enero, que acumulan colas casi interminables para poder hacerle frente así a la dichosa cuesta de ese mes.

La idea de las rebajas tiene su origen en Estados Unidos cuando el Crack del 29 hizo mella en la población estadounidense y en la mundial. Un grupo de empresarios, encabezados por Fred Lazarus, formaron la Federated Department Stores Inc. (ahora unos grandes almacenes) para intentar poner remedio a los problemas de la Gran Depresión. A principios de los años 30 sacaron -por primera vez en la historia- las líneas de crédito para los clientes con el tan arraigado lema en la actualidad de compra ahora y paga después, pero al no ver los frutos deseados decidieron ir un paso más allá. Lazarus pensó que se necesitaba un periodo en el que los precios bajasen para deshacerse de lo que sobraba y que las empresas incrementaran sus ventas.

Aunque el origen de las rebajas como tal fue en Estados Unidos, ya en 1852 se había fundado en París Le Bon Marché, unos grandes almacenes donde se hacían promociones y descuentos en el mes de enero.

El modelo de rebajas se extendía por Estados Unidos y no tardó mucho en cruzar el Atlántico de la mano de dos personas que fueron dos de los empresarios más importantes de nuestro país: Pepín Fernández, fundador de las Galerías Preciados y César Rodríguez, fundador de El Corte Inglés. En enero de 1940 tiene lugar la primera campaña de rebajas por Galerías Preciados (en ese momento Sederías Carretas). Rodríguez vio oportuno rebajar los precios de productos como la ropa de cama o telas en un momento de pobreza tras la finalización de la Guerra Civil y tuvo un enorme éxito.

En los años posteriores, a mitad del siglo XX había una gran competitividad entre Fernández y Rodríguez por ver quién superaba a quién compitiendo por los mejores eslóganes, por el mayor número de ventas o por tener las caras más conocidas para anunciar sus campañas. Galerías Preciados parecía tener ventaja hasta que debido a una serie de acontecimientos tuvo que declararse en suspensión de pagos y en 1995 cerraron definitivamente y fue absorbida por El Corte Inglés, líder de los centros multimarca en nuestro país.

Así fue como hemos llegado a esta revolucionaria forma de vender y comprar, cada vez más arraigada en el mundo, que nos mantiene a todos en enero y en julio (fechas oficiales de las rebajas) comprando se manera compulsiva y donde la que las tiendas hacen un porcentaje importante de la facturación anual.

Nosotros también nos hemos sumado a esta longeva moda, y podrás encontrar descuentos en algunas de las rutas de nuestra AGENDA desde ahora hasta finales de enero... También nuestro CATÁLOGO te ofrece promociones por tiempo limitado:

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Datos curiosos sobre la Navidad en Madrid

Historias de Navidad que no te habían contado

Ya están de vuelta las tradicionales y típicas fiestas de Navidad en todo el país, pero es verdad que en Madrid tienen una importancia especial. Eso sí, ¿Cuántas cosas habrán pasado en las calles que ahora están repletas de luces, tiendas y gente? Muchísimas, de hecho, demasiadas y solo algunas pocas se conocen. Hay algunos que aprovechan las fiestas para juntarse con la familia y otros que hacen totalmente lo contrario, aprovechan para estar solos y descubrir todo aquello que a nadie le interesa. Además, para todos aquellos amantes de las NO fiestas navideñas, aquí celebramos la ANTINAVIDAD con un plan diferente cada año.

La Nochebuena de 1734 la familia real se encontraba cenando en el muy conocido Real Alcázar de Madrid, cuando se desató un fuego imparable a causa de una vela. Las campanas empezaron a sonar, pero los ciudadanos madrileños pensaron que era la misa del Gallo y no pudieron hacer nada para salvar todo el material histórico que había en ese lugar. Hay que ver como una vela puede convertirse en algo catastrófico incluso en Navidad. O todo lo contrario, antes de que aparecieran esas majestuosas construcciones lumínicas de Navidad en Madrid, las velas eran el principal foco de luz, nunca mejor dicho. Servían para que los Reyes supieran el camino que debían seguir y además, la gente también iba por la calle con cacerolas y cencerros que servían como guía. Esta tradición estuvo vigente hasta 1882 cuando el alcalde lo prohibió y apareció la iluminación navideña eléctrica, que ya se ha quedado. Es sorprendente ver como antes cuatro velas servían para unir a toda una ciudad y ahora es el “consumismo navideño” el que lo hace acompañado de luces de todos los colores, aunque totalmente falsas. Por otro lado, cuando hablamos del primer alumbrado navideño en Madrid, no podemos dejar de mencionar la Plaza de Callao. Cuatro faroles colocados en medio de una plaza enorme y totalmente diferente a la que conocemos hoy fue lo que se conoce como las primeras luces de Navidad en Madrid. Como consecuencia, las velas desaparecieron y la luz que iluminaba las fiestas de navidad ya nunca más volvería a ser natural.

También, aunque no suene del todo agradable, hay muchísimas antiguas iglesias, palacios y calles en Madrid que fueron en su día un habitáculo de fantasmas, crímenes y exorcismos. Todo lo que ahora está perfectamente decorado, no fue así siempre. Por ejemplo, la Iglesia de San Ginés, una de las más antiguas de la céntrica calle Arenal donde unos ladrones que entraron decapitaron a un anciano que estaba rezando y su espíritu continúa en la iglesia o la dama vestida de blanco que pasea por el tejado de la Casa de las Siete Chimeneas muy cerquita de la Gran Vía.

Además, ¿nunca te has parado a pensar por qué tomamos doce uvas para celebrar la llegada de un nuevo año? La realidad es que la mayoría de nosotros no, simplemente lo hacemos y seguimos con la tradición, pero como todo, esta celebración tiene su origen y aquí te lo contamos. En la noche de Reyes de finales del siglo XIX en Madrid era costumbre salir y armar jaleo, algo que el alcalde no aprobaba y decidió imponer una sanción a todos aquellos que salieran a festejar esa noche. Sin embargo, los madrileños decidieron vengarse y a modo de burla, decidieron imitar la recepción oficial que cada 31 de diciembre celebraba el alcalde donde tomaba uvas y champán. De esta manera, acudieron a la Puerta del Sol a reírse del alcalde tomándose allí sus doce uvas. Una vez entrados en el siglo XX, debido a un exceso de uvas en los cultivos de 1909, se empezó a extender esta costumbre madrileña a todo el país. Eso sí, se hizo en forma de mensaje esperanzador que estaba enfocado en la buena suerte que daba tomarte las doce uvas. Esta estrategia de marketing es una realidad a día de hoy para todos los españoles, pero ninguno dice nada y seguimos haciéndolo.

Tampoco se puede obviar la icónica y rara figura de Doña Manolita. Todos sabemos que la lotería de Navidad se debe comprar allí y por ese motivo, se forman esas interminables colas. Pero, realmente, ¿por qué es? A parte de que las personas siempre suelen seguir lo que hace y dicta la sociedad, existe una razón. En 1904 abrió por primera vez esta administración de lotería en la calle san Bernardo, cuyas dueñas eran las hermanas De Pablo, pero la atención estaba fijada en Manolita, una de las cuatro hermanas. Esta afirmaba que la suerte de su lotería se debía a sus cuatro visitas a la Pilarica de Zaragoza, la cual vestía un manto rojo en todas las ocasiones y se suponía que eso era señal de buena suerte. Según ella, esas visitas fueron lo que hizo funcionar su administración y, por eso, en 1931 ya pudo abrir un local en la céntrica Puerta del Sol y otro en la Gran Vía. Hoy en día, sigue siendo un símbolo de fortuna navideña, eso sí, para aquellos que quieran creérselo. Para los que no, se puede seguir comprando perfectamente la lotería de navidad en la administración de tu barrio, porque desgraciadamente, las probabilidades de que toque son las mismas.

Si nos paramos a pensar, todo eso ocurre mientras la mayoría de adultos y niños están comiendo churros, comprando de forma descarada en las tiendas o simplemente estando embelesados con las luces de Navidad. Solo hace falta que te pares un poquito y te fijes más y la Navidad de Madrid te irá contando sus secretos.

¿Conoces alguna de las leyendas que rondan en los cementerios de Madrid?

Más allá de la historia y el arte, los cementerios de Madrid están envueltos en un halo de misterio. Mitos y leyendas que no aparecen en las páginas de las guías turísticas, al menos que rebusques en ellas. Los cementerios de Madrid no son solo lugares de descanso eterno, sino también lugares donde la historia, la diversidad cultural y evolución arquitectónica confluyen con el misterio que le da la muerte y lo desconocido.  Historias eternas que perduran a lo largo de los años, algunas reales, otras no tanto, pero que siguen estando hasta nuestros días.

Y nosotros nos sabemos unas cuantas de esas historias…

Cementerio de La Almudena

Este cementerio es conocido en toda España, pues es el más grande de toda Europa Occidental, y se erige como un monumento a la diversidad artística y arquitectónica, podríamos decir que se trata casi de un museo al aire libre. Es un campo santo que alberga tumbas de diversas épocas, decoradas con majestuosas esculturas y mausoleos intrincados. Entre los pasillos silenciosos, uno puede tropezar con las tumbas de personajes notables.

Y cómo no, siendo el cementerio más grande, no iba a contar con varias leyendas que le acechan desde hace años, en concreto cuenta con dos leyendas que han perdurado a lo largo del tiempo. La primera gira en torno a la estatua de un ángel llamado Fausto, que sostiene una trompeta. Según la creencia, estar cerca de la estatua cuando suena la trompeta augura una muerte inminente. Se dice también que en el día del Apocalipsis, este ángel tocará su trompeta y los muertos resucitarán. La inquietud causada por estas historias llevó a cambiar la posición de la trompeta durante la restauración de la estatua, que ahora descansa sobre las piernas del ángel en lugar de su boca.

La segunda leyenda está relacionada con el autobús de la línea 110 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que atraviesa el cementerio. Los conductores han relatado experiencias inusuales, como la aparición de una joven que solicita una parada en el monumento de los Héroes de Cuba, pero desaparece antes de que puedan abrir las puertas. Incluso en el último trayecto del día, cuando no hay pasajeros a bordo, la luz de ‘Parada solicitada’ a veces se enciende en la última parada, aunque nadie haya presionado el botón. Estas experiencias sobrenaturales han desconcertado a quienes han tenido la oportunidad de conducir el autobús de la línea 110 a través del Cementerio de La Almudena, agregando un toque de misterio a este lugar donde el pasado y el presente parecen entrelazarse de manera inexplicable.

Cementerio de San Isidro:

Este cementerio antiguo y majestuoso es un testimonio de la rica historia de Madrid. Los mausoleos y monumentos ostentosos se alzan en honor a los difuntos, contando historias de una era pasada. La arquitectura gótica y neoclásica se mezcla con estatuas sombrías y angelicales, creando un ambiente de reflexión profunda y admiración.

Cuenta la leyenda que una dama de blanco se aparece en este cementerio. Se cree que es el espíritu de una mujer que murió de manera trágica y que no puede encontrar la paz. Muchas personas afirman haberla visto, especialmente durante la noche.

Cementerio de San Martín

Es conocido por su ambiente pacífico y las historias y leyendas que lo rodean.

La leyenda cuenta que en las noches oscuras, se pueden ver luces misteriosas flotando entre las tumbas. Se dice que estas luces son las almas de los muertos que no han encontrado la paz.

Cementerio de San Fernando:

En este cementerio, se cuenta la historia de un mausoleo que siempre está mojado, sin importar las condiciones climáticas. La gente cree que es porque la persona enterrada allí murió ahogada.

Entre las leyendas de los cementerios, podemos encontrar dos que no van relacionadas con un cementerio en concreto, si no con dónde se encuentran alguna de las dos siguientes esculturas:

El Beso de la Muerte:

Una de las esculturas más famosas en los cementerios de Madrid es El Beso de la Muerte. Según la leyenda, aquellos que tocan la escultura experimentarán una muerte prematura o desgracia en sus vidas.

El Vampiro de Madrid:

La leyenda del vampiro de Madrid es un relato conocido. Se dice que en el siglo XIX, un vampiro vagaba por la ciudad, siendo finalmente enterrado en un cementerio cuyo nombre se ha perdido en el tiempo. Algunos creen que su espíritu todavía acecha en la oscuridad de la noche.

Pero estamos convencidos de que si has llegado hasta aquí, es porque quieres más, por eso hemos tenemos esta ruta de Madrid Sangriento, para que disfrutes del morbo que despierta todo esto en primera persona.

Un paseo por la Puerta del Sol desde sus orígenes hasta la fuente sostenible

La Puerta del Sol, ese icónico espacio que late al ritmo de Madrid, es más que una simple plaza. Es el corazón de la capital española, un punto de encuentro y un escenario histórico que ha visto pasar siglos de transformaciones. Desde sus orígenes como una de las puertas de la muralla medieval hasta la reciente incorporación de una fuente sostenible, la Puerta del Sol es un reflejo vivo de la evolución de Madrid.

En el Plano de Teixeira de 1656. Imagen: Instituto Geográfico Nacional

Un viaje al pasado de la Puerta del Sol

Imagina Madrid en el siglo XV, una ciudad rodeada de murallas y puertas que marcaban sus límites. La Puerta del Sol era una de esas puertas, y su nombre parece provenir de un sol que adornaba la entrada. Este sol no solo servía como decoración sino también como un faro para los viajeros que llegaban a la ciudad.

Con el tiempo, Madrid comenzó a expandirse y la muralla se convirtió en un obstáculo para el crecimiento. Fue demolida, y la Puerta del Sol empezó a transformarse en una plaza. Durante el siglo XIX, se convirtió en un núcleo de actividad, especialmente con la llegada del tranvía y más tarde con la inauguración de la estación de metro Sol en 1919.

Dentro de la plaza, hay otro icono de la capital que si has estado en Madrid, seguro que has visto, la estatua del Oso y el Madroño. Este monumento, instalado en 1967, representa el escudo de armas de Madrid y es un punto de encuentro popular tanto para locales como para turistas. Es más que una simple estatua; es un símbolo de la identidad madrileña.

Testigo de la Historia de Madrid

En el siglo XV, Madrid era una villa con solo 15.000 habitantes, y la Puerta del Sol era poco más que un cruce de caminos. Sin embargo, a medida que Madrid se expandía y se convertía en la capital del Imperio de los Austrias, la Puerta del Sol se consolidaba como su centro geográfico.

Durante siglos, la Puerta del Sol ha sido testigo de eventos históricos, incluyendo la lucha contra los franceses en 1808. En el siglo XIX, la plaza reemplazó a la Plaza Mayor como el epicentro de la actividad en Madrid.

En 1768, se construyó la Real Casa de Correos, actual sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, con su famoso reloj agregado en 1865. La Puerta del Sol también fue pionera en la adopción de innovaciones, como urinarios públicos, farolas eléctricas y la primera estación de metro en 1919. Esta plaza también fue testigo de la proclamación de la Segunda República en 1931.

Construcción de la Real Casa de Correos en 1768. Imagen: Ayuntamiento de Madrid.

La transformación de la Puerta del Sol en un área comercial comenzó en la década de 1940 con la apertura de Galerías Preciados, el primer centro comercial de la ciudad. A lo largo de las décadas, los pequeños comercios y la vida vecinal cedieron espacio a grandes superficies comerciales.

Durante la Transición Española en los años 70, la plaza se convirtió en un lugar de reunión para manifestantes que buscaban la democracia y el cambio político en España. En los años 80 la plaza experimentó una reforma significativa a cargo de los arquitectos Antonio Riviere, Javier Ortega y Antón Capitel. Esta reforma incluyó la creación de zonas peatonales, lo que cambió la dinámica del tráfico en la zona. También es escenario de diversas manifestaciones y movimientos sociales, como el reciente movimiento del 15M en el siglo XXI, entre otros eventos históricos. Además de ser conocida por albergar el famoso Kilómetro Cero, que marca el punto de partida de todas las carreteras radiales de España. También es famosa por ser el lugar elegido para dar las campanadas en Nochevieja para marcar el comienzo del Año Nuevo.

La llegada del coche. Imagen: Ayuntamiento de Madrid.

La nueva fuente de la Puerta del Sol

En un esfuerzo por modernizar la plaza y hacerla más sostenible, se ha añadido recientemente una nueva fuente. Esta no es una fuente común; utiliza agua reciclada y cuenta con un diseño moderno que la convierte en una atracción en sí misma.

Así, la Puerta del Sol continúa siendo un punto de encuentro para madrileños y visitantes de todo el mundo. Desde su pasado como una puerta de la muralla hasta su papel en eventos históricos y su reciente renovación con una nueva fuente, esta plaza sigue siendo un lugar de importancia cultural y social en Madrid. Su historia se fusiona con el presente en un recordatorio de la riqueza y diversidad de la capital española. La Puerta del Sol de Madrid es mucho más que una plaza, es el corazón de la capital española y un testigo de siglos de transformaciones. Desde su origen como una puerta de la muralla medieval hasta su reciente transformación en un espacio peatonal, la Puerta del Sol refleja la evolución de Madrid.

Si quieres saber más sobre esta plaza u otras curiosidades no te pierdas nuestro tour Madrid secreto a secreto.

Monet. Obras maestras del Musée Marmottan Monet.

Desde el 21 de septiembre hasta el 25 de febrero, CentroCentro, nos brinda la oportunidad de maravillarnos con la primera y grandiosa exposición en Madrid dedicada al célebre pintor francés Claude Monet, conocido como el padre del impresionismo.

Prepárate para disfrutar de una experiencia artística única en Madrid, donde más de 50 obras maestras del icónico pintor impresionista Claude Monet, provenientes del famoso Musée Marmottan Monet de París, te cautivarán y te llevarán en un viaje a través de su excepcional trayectoria artística.

La exposición te permitirá sumergirte en la mente creativa de Monet al explorar las obras que más apreciaba y que atesoró celosamente hasta su último suspiro en su hogar de Giverny. Entre estas preciosidades, destacan los célebres Nenúfares, auténticos emblemas del genio francés.

El Musée Marmottan Monet alberga el conjunto más importante y nutrido de obras del artista, fruto de la donación realizada por su hijo Michel en 1966. Ahora, Madrid tiene el honor de recibir estas obras excepcionales, entre las que se incluyen joyas como el Retrato de Michel Monet con gorro de pompón (1880), El tren en la nieve. La locomotora (1875) o Londres. El Parlamento. Reflejos en el Támesis (1905). Pero eso no es todo, también podrás deleitarte con cuadros de gran formato como Los cautivadores Nenúfares (1917-1920) y Las evanescentes Glicinas (1919-1920).

La exposición ha sido organizada por CentroCentro y Arthemisia, en colaboración con el Musée Marmottan Monet de París. La concepción de la muestra está a cargo de la comisaria general y conservadora del museo, Sylvie Carlier, junto con las cocomisarias Marianne Mathieu, historiadora del arte, y Aurélie Gavoille, asistente de conservación del Musée Marmottan Monet. Juntas han creado un discurso expositivo que te llevará de la mano a través de estas magníficas obras, contándote historias y secretos del célebre pintor impresionista.

Claude Monet, un hombre cuyo nombre se encuentra íntimamente ligado al movimiento impresionista, es considerado uno de sus fundadores. Impresión, sol naciente (1872), una de sus pinturas más famosas, le dio el nombre a este movimiento artístico revolucionario.

Monet es, sin duda, el exponente más consistente y prolífico dentro del impresionismo. Su filosofía artística consistía en capturar la naturaleza en su esencia más pura y cambiante, por lo que pintaba series de un mismo tema en distintos momentos y condiciones atmosféricas. Cada cuadro era único y reflejaba la maravilla de la naturaleza en constante transformación.

La exposición estará abierta al público de lunes a domingo, con horario de 10:00 a 20:00 (último pase a las 19:00) para las entradas individuales, y de lunes a viernes para las entradas grupales. Si formas parte de un grupo de adultos (mínimo 20 personas), el costo de la entrada será de 13€ por persona, mientras que los grupos escolares (infantil, primaria, secundaria y bachillerato) tendrán un precio de 6€ por persona. Además, habrá entradas reducidas para desempleados, personas con diversidad funcional, estudiantes menores de 25 años, mayores de 65 años, titulares del carnet joven y familias numerosas, por 14€ (es necesario presentar la acreditación actualizada). ¡Y no te olvides que los guías oficiales de Madrid y los niños menores de 12 años tendrán entrada gratuita!

Además, como recomendación adicional, si lo que quieres es pintar un Monet, un Van Gogh o tu pintor favorito, acompañado de un buen vino, te recomendamos Xpresarte, donde podrás pintar tu propio cuadro.

¿Por qué se celebran las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo, y La Paloma? 

La Verbena Madrileña: Tradición con más historia de la que imaginamos

La ciudad de Madrid, durante los calurosos meses de verano, se transforma en un escenario de verbenas. Las fiestas tradicionales más representativas de la capital. Los madrileños que permanecen en la ciudad no dudan en sumarse a las festividades más populares y auténticas que Madrid ofrece. El verano, sin duda, es la mejor época para apreciar que Madrid es una urbe de contrastes, una simbiosis entre tradición y modernidad, y qué mejor manera de experimentarlo que disfrutando de una auténtica verbena.

La raíz de esta celebración arraigada en la cultura madrileña proviene de un origen botánico, tomando el nombre de una pequeña planta, la «verbena» (Verbena officinalis), con delicadas flores de color rosa pálido. Desde tiempos antiguos, esta planta se utilizaba ampliamente por sus supuestas propiedades curativas. Era recolectada con la llegada del solsticio de verano, y a partir de ella se elaboraban diversos remedios y ungüentos para tratar diversas dolencias. También se empleaba en rituales y ofrendas a las divinidades paganas, que se llevaban a cabo desde la madrugada hasta el amanecer. En el siglo IV, con la decadencia del Imperio Romano, la Iglesia Católica decidió tomar el control de muchas de estas celebraciones paganas, anulándolas o transformándolas en festividades religiosas. Entre ellas se encontraba el solsticio de verano, que se convirtió en la Fiesta de San Juan.

Durante la Edad Media, los rituales nocturnos que involucraban la verbena ganaron popularidad. Especialmente en la noche de San Juan, se llevaban a cabo para atraer el amor y la fertilidad bajo la luz de la luna. La planta verbena florecía abundantemente en las primaveras madrileñas, y durante el Siglo de Oro, en la noche de San Juan, los jóvenes salían a los campos a recoger matas y flores para coronarse con verbena y cantarle serenatas a sus enamoradas. La planta tenía diversas aplicaciones terapéuticas, como sedante, estimulante de la lactancia materna y antiinflamatorio. También se consideraba un remedio contra la resaca para contrarrestar los efectos del vino. Además, las novias solían ocultar flores de verbena bajo sus vestidos el día de su boda, buscando asegurarse un matrimonio feliz. La expresión «coger la verbena» se popularizó en el siglo XVIII para referirse a madrugar la noche del 23 al 24 de junio y recolectar la planta para usarla en medicina casera. Con el tiempo, la noche de San Juan se convirtió en una ocasión para celebrar un gran festín popular tras la recogida de la verbena, y esta tradición fue adoptando el nombre de la planta, convirtiéndose así en lo que hoy conocemos como «verbena».

Hacia mediados del siglo XIX, estas festividades se extendieron por toda la ciudad, ofreciendo a los madrileños de clases humildes la oportunidad de disfrutar después de un año de arduo trabajo. En una época sin vacaciones y con poco desarrollo turístico, estos días festivos veraniegos eran una ocasión para reunirse con familiares, amigos y vecinos.

Las comunidades de los barrios se unían para decorar balcones con mantillas, y las calles se llenaban de pañuelos y guirnaldas de papel. Se organizaban bailes, pasacalles y se compartía comida y bebida en las plazas o patios de las corralas, rompiendo con la monotonía y rigidez de la vida cotidiana.

Las verbenas congregaban a diversos personajes populares del Madrid del siglo XIX, como modistillas, violeteras, cigarreras, aguadores, organilleros y barquilleros, además de los inconfundibles chulapos madrileños. El chotis, baile típico madrileño, sonaba al ritmo del organillo mientras se disfrutaban de las tradicionales gallinejas, entresijos y limoná, una bebida a base de vino blanco, zumo de limón, azúcar y canela.

La emoción y los preparativos para recolectar la verbena aumentaban, dando lugar a un gran festín que luego se transformó en una tradición con el nombre de «ir de verbena», reemplazando expresiones antiguas como «ir al baile».

San Lorenzo, San Cayetano y La Paloma

Y como hemos dicho, las verbenas, pasaron a tener un carácter religioso dedicado a diferentes santos, vinculándose profundamente con la cultura y tradiciones locales. Entre las numerosas verbenas que adornan el calendario madrileño, tres de las más destacadas son las Fiestas de San Cayetano, las Fiestas de San Lorenzo y las Fiestas de La Virgen de la Paloma.

Las Fiestas de San Cayetano tienen lugar durante la primera semana de agosto en el barrio de Embajadores. El día 7 de agosto es el día de San Cayetano, y las festividades se centran en torno a la Iglesia de San Millán y San Cayetano, ubicada en la calle de Embajadores y sus alrededores.

En la iglesia de San Cayetano se encuentra la imagen de este santo, ante la cual los devotos acuden cada 7 de agosto para besarle el pie derecho. Durante la procesión, muchos buscan atrapar una flor del trono, pues según la tradición, esto asegura trabajo durante el próximo año. ¿Por qué esta asociación con el trabajo? La respuesta radica en que San Cayetano es considerado el patrón de los gestores administrativos y de los desempleados. La historia cuenta que este santo siempre estuvo al lado de los pobres y enfermos, despojándose de todos sus bienes y dedicando su vida a ayudar a los más necesitados. Incluso en situaciones apremiantes, hacía sonar una campanita para solicitar ayuda.

Para celebrar San Cayetano, los vecinos siguen la tradición que sus antepasados iniciaron en la calle del Oso: repartir la famosa «limoná» que ellos mismos elaboran.

Otra festividad relevante es la de San Lorenzo, que tiene lugar del 10 al 12 de agosto en el pintoresco barrio de Lavapiés. El día 10 de agosto se celebra el día de San Lorenzo, y la iglesia dedicada a este santo se encuentra en la calle Doctor Piga.

La figura de San Lorenzo, quien vivió en el siglo III, también estuvo muy cercana a los necesitados. Tras la muerte del Papa, se le encomendó realizar un inventario de los bienes, pero en lugar de ello, los distribuyó entre los más pobres. Además, entregó a sus superiores a los leprosos de la ciudad, argumentando que aquel era el verdadero patrimonio de la Iglesia. Estos hechos condujeron a su condena, y fue ejecutado en una parrilla un 10 de agosto.

Finalmente, el plato fuerte de las verbenas de agosto llega entre el 13 y el 15 de agosto con las celebraciones en honor a La Virgen de la Paloma. Esta advocación es una de las más conocidas y queridas por los madrileños, considerada la patrona popular de la ciudad, aunque la patrona oficial es la Virgen de la Almudena.

La historia de estas fiestas es singular, ya que no se homenajea a una figura religiosa, como es tradicional en nuestra cultura católica, sino a un lienzo. En 1787, una devota mujer llamada Isabel Tintero encontró a unos niños jugando con un cuadro con la imagen de una virgen en la calle. Ella rescató y restauró el lienzo, ubicándolo en la puerta de su casa. Con el tiempo, la fama de la Virgen creció, y decidieron construir una iglesia para acoger a todos los fieles que venían a visitarla. Finalmente, la iglesia fue nombrada de La Paloma por la calle en la que se encuentra.

La verbena en honor a La Virgen de la Paloma se desarrolla en lugares como la Plaza de la Paja, la Plaza de la Cebada, la carrera de San Francisco o los jardines de Las Vistillas. Durante estas festividades, las calles se engalanan con mantones y guirnaldas, y los chulapos protagonizan desfiles improvisados con sus trajes típicos. Esta festividad cuenta incluso con una zarzuela que lleva su nombre, siendo la celebración madre de las fiestas que tienen lugar en la primera quincena de agosto.

El origen del Orgullo en Madrid

A nivel mundial, diferentes ciudades han acogido y promovido lo que ya es una celebración que año tras año se ha hecho un hueco en el calendario, y de la cual Madrid ha conseguido convertirse en el epicentro emblemático, donde miles de personas se reúnen cada año para conmemorar la diversidad y expresar su apoyo. Pero para llegar a este punto, el Orgullo se ha tenido que ir evolucionando poquito a poco hasta convertirse en uno de los eventos más destacados de la ciudad.

La historia del Orgullo Gay en Madrid se remonta a la década de 1970, cuando España estaba emergiendo de la dictadura de Franco. Durante aquellos años, la comunidad LGBT+ luchaba por la visibilidad y por el reconocimiento de sus derechos. Fue en este contexto que nació la manifestación del Orgullo Gay en la capital española.

El 26 de junio de 1977, apenas dos años después de la muerte de Franco, se celebró la primera marcha del Orgullo en Madrid. La fecha elegida fue simbólica, ya que coincidía con el aniversario de los disturbios de Stonewall en Nueva York, considerados el punto de partida del movimiento moderno por los derechos LGBT+.

En sus primeras ediciones, la marcha del Orgullo en Madrid era una manifestación política y reivindicativa, donde los participantes exigían igualdad de derechos y el fin de la discriminación. Estos primeros años fueron difíciles, ya que la comunidad LGBT+ debía enfrentarse a la intolerancia y a la falta de comprensión por parte de la sociedad.

Madrid la cuna del orgullo gay

Hoy en día, Madrid se ha consolidado como una capital mundial del Orgullo Gay, con su celebración anual atrayendo a personas de todas partes del mundo. Durante la última semana de junio, la ciudad se engalana con los colores del arcoíris y acoge una amplia variedad de actividades y eventos que culminan con la gran manifestación del Orgullo.

La manifestación se ha convertido en una fiesta multitudinaria, donde miles de personas desfilan por las calles del centro de la ciudad, mostrando su apoyo y visibilidad, además del resto de eventos que acompañan a la manifestación y que ya conocemos como conciertos, exposiciones, charlas y fiestas temáticas que dan cabida a diferentes expresiones de la cultura LGBT+.

El Orgullo Gay en Madrid ha dejado una huella profunda en la sociedad española y más allá. Ha sido una herramienta poderosa en la lucha por la igualdad de derechos, la visibilidad de las personas LGBTI+ y la normalización de la diversidad. Además, ha promovido el turismo y ha proyectado la imagen de Madrid como una ciudad inclusiva, abierta y acogedora.

El Orgullo ha sido un catalizador para cambios significativos en la legislación española en materia de derechos LGBT+. Durante las últimas décadas, se han logrado importantes avances, como la legalización del matrimonio igualitario o la aprobación de leyes que prohíben la discriminación por orientación sexual e identidad de género.

El Orgullo Gay en Madrid también ha servido como modelo y fuente de inspiración para otras ciudades y países. Muchas ciudades alrededor del mundo han adoptado la celebración del Orgullo como una oportunidad para promover la diversidad y los derechos humanos, copiando el modelo de Madrid.

Nosotros contamos con la ruta Chueca chispera, donde podéis conocer los entresijos de este barrio que es todo un icono del colectivo LGTB+.