El mexicano Luis Eduardo Porras fundó en 1995 un restaurante de cocina de su país con toques tex-mex en la zona comercial de La Moraleja. Le puso un nombre que acabaría resultando paradójico, Malpaso, porque el negocio fue un éxito. Finalizada aquella experiencia, Luis Eduardo renovaría la fórmula en un pequeño establecimiento de Alameda de Osuna, ¡No q No? Gastrobar, propuesto como med-mex pero con mucho fondo de calle mexicana genuina (como ocurría en el primer local), que se ha convertido en lugar de peregrinaje de foodies de Madrid (mexicanos residentes en la capital incluidos).
Natalia Guerrero y Manuel Díaz eran clientes de Malpaso y desde finales de 2016 son socios de Luis Eduardo en Chihuahua Tacos & Tragos, que se ubica en el mismo entorno que aquel proyecto primigenio. Un primer vistazo a la carta nos remite de nuevo al tex-mex (burritos, fajitas…), mero gancho para atraer al comensal español poco ducho en cocina mexicana y, si se deja, conducirle a caminos más relevantes gastronómicamente. Lo suyo es hablar con Luis Eduardo y dejar que te guíe por los matices estatales de la federación mexicana: por recomendación suya degustamos para bien (y muy bien) los tacos dorados o flautas, que son tortillas de maíz fritas y rellenas de pollo servidas con salsa verde y crema agria que proceden de Sinaloa. Y más tacos: de cochinita pibil, ese guiso yucateca de carne de cerdo en hebras con salsa de finas hierbas y horneada en su jugo con axiote; de tinga poblana, elaborada con pollo deshebrado con tomate y salsa de chile chipotle. Pudimos probar unos y otros con tortillas de maíz azul, infrecuentes en Madrid. Imprescindible el mole poblano de 28 ingredientes (trabajado tan bien como en ¡No q No? Gastrobar, donde completa un plato extraordinario con pato), aquí clásico, derramado sobre piezas de pollo.
También hay profundidad en los postres, como el singular pastel de elote acompañado con helado de leche de coco. Es muy refrescante y divertido el mango en almíbar con helado de mascarpone y chile piquín.
Diferentes cervezas mexicanas y amplia selección de tequilas y mezcales en un apartado líquido que se ha reforzado recientemente con una coctelería de mucho nivel.
Muy agradable la decoración, empezando por ese colorido chihuahua facetado que preside la barra y es la imagen de la casa y con un punto destacado en la amplia terraza.
Artículo de Adrián P. G.
Coordinador de Microplán Madrid
comunicacion@microplanmadrid.com
Editor, redactor creativo y SEO, social media manager
Precio medio a la carta: 25€.
Horario:
De miércoles a domingo: 13:00-17:00 y 20:00-00:00.
Calle del Camino del Cura, 10.