Un edificio único en su especie, un superviviente, el frontón Beti Jai, Siempre Feliz en euskara, ha reabierto sus puertas al público entre las 9:00 y las 14:00 de hoy. Hemos accedido al recinto con el resultado de embelesarnos absolutamente contemplando su graderío elíptico de hierro y madera, su frontal y su muro oeste neomudéjares. Menos mal que no nos lo hemos perdido, porque no se ha fijado una fecha de reapertura en firme. Más vale vistazo a tiempo que…
A continuación te señalamos algunos puntos de la historia del Beti Jai: este frontón de Chamberí se construye en la década de los 90 del s. XIX bajo un diseño del arquitecto Joaquín de Rucoba y se inaugura el 29 de mayo de 1894. Durante tres días se jugaron sendos partidos con pelotaris de primera línea.
A finales de los años 10 del s. XX el Beti Jai decae como espacio deportivo y pasa a albergar diferentes industrias y un garaje con el paréntesis de la Guerra Civil (1936 -1939), cuando se convierte en comisaría y cárcel.
En los años 50 se deja de utilizar oficialmente el espacio y se acelera su deterioro. Pasa a albergar aparcamientos e infraviviendas. Aquí puedes ver su estado tal como lo retrató Basilio Martín Patiño en la película Madrid, estrenada en 1987.
Desde entonces, distintas empresas compran o adquieren en subasta el Beti Jai, pero ninguna le da uso ni realiza obras suficientes de consolidación ni muchos menos de rehabilitación.
Después de una larga lucha vecinal, asociativa e institucional, la Comunidad de Madrid declara el Beti Jai como Bien de Interés Cultural (BIC) en 2011, lo que abre la puerta a su expropiación y recuperación por parte del Ayuntamiento de Madrid, lo que sucede durante el mandato de Manuela Carmena como alcadesa.
Tienes más detalles, imágenes y artículos acerca del Beti Jai en la web de Salvemos el frontón Beti Jai y más fotos de las que hemos tomado hoy en la mañana de puertas abiertas en nuestros perfiles en las redes sociales.
Ojalá muy pronto podamos volver a situarnos en el espacio vacío de 67 metros de longitud por unos 20 metros de anchura de este espacio tan singular, único frontón de pelota vasca de los cuatro que se construyeron en Madrid a finales del siglo XIX que no ha sido derribado, y disfrutar del uso deportivo y cultural que se le debe conferir una vez que se remate su restauración. Estaremos atentos a lo que suceda y te lo contaremos.
Un par de fotos de detalles y fin.
Adrián P. G.
Coordinador de Microplán Madrid
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Editor, redactor creativo y SEO, social media manager