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Soy bastardo porque el pelo me ha hecho así

La barbería Malditos Bastardos solo lleva abierta unos meses, pero su atmósfera retro, sus chocantes herramientas de trabajo, y esos cortes old school tan a la última están haciendo levantar el tupé de los hombres madrileños en dirección al establecimiento de Alberto Hernández y Sergio Ulloa en Barceló, 6. Para el público, ellos son Crazy Barber y Bastard Scissors.

Se dice que el otoño no es una buena época para cortarse el pelo, y más si no posees una mata tan recia como a ti te gustaría. Lo tendré en cuenta, pero un hombre sabe cuándo tiene que hacer lo que tiene que hacer. En mi caso se trata de cortar, peinar y domar esas patillas. Aunque en Malditos Bastardos hacen muchas más cosas. De hecho, explica Crazy Barber, “hay gente que viene con el pelo recién cortado en otro sitio y entra a arreglarse la barba. Luego se sorprende de que podría haberlo hecho todo aquí”. A pesar de que el local tiene mucho de clásico, su vocación no es la de una barbería sin más. Se trata de que puedas conseguir ese aspecto que te ronda la cabeza y que no sabes cómo alcanzar.

Lo primero que recibes al entrar es un apretón de manos firme. Crazy Barber te sonríe y te mira a los ojos, pero sin intimidar. Su imagen está muy cuidada: chaleco, corbata, tatuajes y un peinado envidiable. Se agradece, porque me pongo nervioso al visitar al barbero y tratar de imaginar el resultado. Sin embargo, hoy me siento en manos de un buen anfitrión. La idea es “cuidar los detalles al máximo desde que el cliente entra: dar la mano; ofrecer una cerveza o un whisky; preguntar qué tal está yendo el día”, me cuenta Crazy Barber. También: “nos gustaría que se estableciese una relación en la que quien entre aquí sienta que está con amigos con quienes conversar y relajarse mientras se corta el pelo”, añade. Me viene a la cabeza la película Gran Torino y el peluquero de Clint Eastwood, pero aquí no hay palabras más altas que otras ni necesidad de dar la talla, así que todo va sobre ruedas.

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Una vez sentado en el butacón, concluimos que lo mío va a ser rebajar con maquinilla el contorno bajo de la cabeza y dejar la parte de arriba larga para dar volumen. La maquinilla empieza a zumbar mientras en la silla de al lado Bastard Scissors aplica el mismo tratamiento a otro cliente. Conversamos de que tradicionalmente los hombres no suelen explicar lo que quieren y no reciben consejo. Crazy Barber lo asocia a que antes “lo normal era que ellos se sentasen y que el peluquero hiciese uno de los cuatro cortes de pelo que sabía hacer. Queremos crear la confianza necesaria para evitar esa falta de comunicación”.

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Ambos barberos no son nuevos en esto. Después de haber pasado un tiempo trabajando en algunas cadenas de peluquería, Crazy Barber entendió que aquello no le llenaba, por lo que abrió su propio negocio en Salamanca según su visión del sector. En su aventura madrileña, solo para hombres, ha montado un local en donde el agua de peinar se dispensa en botellas de licor Jägermeister y puedes encontrar vinilos de Carole King o Art Blakey custodiados por una cabeza de ciervo enorme. Además “hay fotos sobre boxeo, que siempre ha estado ligado a la iconografía de las barberías y al que soy aficionado”, comenta. Destaca una colección de portadas de Interviú enmarcadas y colgadas de la pared. Un guiño a “los establecimientos de antes pero fuera del alcance de los niños”, matiza Crazy Barber. La charla termina con el último trazo del peine. Hora de mirar al espejo. El día está yendo bien.

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Artículo de Adrián Sotés
loscreacionistas@yahoo.com
Periodista y comunicador social: Linkedin.

Escucha en Spotify mi disco autoeditado:
Los CreacionistasLa gravedad de los seres
distantes.
También disponible en AppleMusic.

Precio: desde 14,50€ (arreglo de barba) hasta 26,50€ (lavar, cortar, peinar y arreglo de barba).

Cómo pedir cita: a través del formulario en la web, por mensaje en Facebook, por teléfono: 91 348 52 30.

Horario: Lunes a viernes de 10:00 a 21:00. Sábados de 10:00 a 15:00.

Calle Barceló 6, local 1.

Un comentario sobre “Soy bastardo porque el pelo me ha hecho así”

  1. Wow! Menuda pinta tiene…

    Se agradece que se intente rescatar la esencia de una barbería clásica y su trato, en vez de peluquerías unisex en las que sólo eres un cliente más.

    Definitivamente están en mi lista pendiente de sitios 😀

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