Como gastrobar & lounge se define Rita la Cantaora, un restaurante que sorprende a propios (leganenses) y extraños (acuden muchos madrileños, en 20 min te plantas allí desde Atocha) cuando se acercan al centro de Leganés con prejuicios negativos sobre la oferta culinaria de esta localidad del sur de la Comunidad de Madrid.

La calle Juan Muñoz, en la que se ubica Rita la Cantaora, y las calles aledañas, han ido ganando en los últimos años diversidad restauradora, si bien ningún establecimiento ha abrazado la modernidad al nivel del restaurante que reseñamos aquí.

La arquitecta Marta Banús junto con Eat&Love Studio son los responsables de la reforma y decoración del local. Marta Banús ha trabajado en la imagen de restaurantes de Madrid como Le Cocó, El Columpio o El Chiringuito del Señor Martin y ha traslado el mismo espíritu de diseño y confort a Rita La Cantaora con el apoyo de su propietario, Juan Garrido.

La carta se compone de 40 platos agrupados bajo los epígrafes Batiburrillo (picoteo) Pecaditos (hamburguesas, perritos y otros platos calóricos), La Huerta (pescados), La Lonja (pescados) y La Granja de Rita (carnes).

Del primer apartado probamos las gyozas de rabo de toro con soja y curry rojo (imagen de portada) de sabores estimulantes y bien compensados; los tacos de cochinita pibil, más planos, pero correctos; y el risotto de trufa y foie, plato redondo que te recomendamos muy especialmente.

Nos adentramos en La Granja de Rita para catar el tataki de buey con praliné de piñones, rica combinación.

De postre, cremoso de queso, Oreo y fresas estofadas, cuchara hasta el fondo cada vez y, al final, a rebañar. Vamos, que nos gustó cómo estaba estructurado y su sabor.

Vinos de más de 10 Denominaciones de Origen, cócteles elaborados al momento, desayunos y cenas (lo de gastrobar & lounge lo llevan en el nombre por algo) completan la propuesta de la casa. Nuestra experiencia por allá, satisfactoria.