A un restaurante que apuesta por la fusión cabe demandarle claridad de concepto, capacidad de sorprender y ejecución impecable. Si no cubre esas expectativas, corre el peligro de caer en la mezcolanza arbitraria y en la irrelevancia. Rafa Bérgamo, el joven chef venezolano y empresario gastro que está detrás del proyecto Kuoco 360° Food, ha sorteado esos peligros en este obligatorio de Chueca, gran éxito después de seis meses de boca satisfecha a oreja ávida de novedades verdaderamente interesantes.
Lo que propone Bérgamo en una personalísima vinculación de las cocinas asiática, caribeña, latinoamericana (con el foco en Perú) y española. Sabores coherentes y redondos, atrevimiento, frescura, ligereza son las características principales de una cata de Kuoco 360° Food. Buena selección de materias primas (argumento destacado de los fuera de carta) y cuidada selección de vinos de D.O. variadas y, en muchos casos, originales.
Interesantes sus croquetas de rabo de toro y hongo chino, melosas y con fondo.
El 7 potencias Asia/Caribe, un clásico inmediato de la casa con ecos de mar venezolano (es una preparación que se disfruta en sus playas) en su combinación acevichada de pulpo, gambón, calamar, tomate, lima, lemongrass, espuma de aguacate y jalapeño.
Con influencias mexicanas, el wonton crujiente relleno de carne al pastor es facilísimo de disfrutar por el contraste de sus texturas crunchy y almibarada y las puntas de sabor del mojito y el picante.
Fuera de carta, el tiradito de corvina (suele ser una de las opciones extra, nos comentan) es algo más canónico, más despojado, y el pescado responde porque es de calidad.
Impresionante el cordero cocinado a baja temperatura durante 12 horas, que aparece con un suave laqueado y con compañeros de plato como un parmentier de ají amarillo y zanahorias baby. Logradísima terneza y matices coherentes.
Escueta carta de postres (tres), donde vemos un punto más de brillo en el Lemonpai de coco, lima y limón.
El espacio es agradable, cuidado pero no intrusivo.