Entre el brunch apocalíptico de los gastrogamberros de Folixa y el brunch loco del elegantón Gran Hotel Inglés parecería que hay un año luz de distancia conceptual. Pero espera, que sí y no. Es lo que pasa con los barrios de Lavapiés y Letras, que están separados por una gran distancia no medible o no lo están, depende de dónde (local, calle) o cómo (en plan castizo, modernete o qué) elijas vivirlos.
Vamos con nuestra experiencia en esos dos brunches, brunchs, desayunocomidas o almuerzos. Sí, almuerzos. Es que mi madre (y lo mismo la tuya, si le preguntas) viene a definir el brunch como la comida resultante de la suma de un almuerzo de toda la vida + tontería de ahora. Y le gustan, eh. Ay, las madres, el dardo en la palabra.
Brunch apocalíptico en Folixa
| Folixa | C/ Buenavista, 32 – 634 56 66 93 – 10 €
Nos plantamos en Folixa un domingo a las 13:30 una discreta colaboradora de Microplán Madrid (es guía y gestiona algunas de las rutas de nuestro catálogo) a la que mencionaremos como R. y el abajo firmante. Por mi parte, ya conozco la cocina del asturianín Jorge por sus anteriores proyectos en Madrid bajo el nombre de Gastrochigre: tuvo un pequeño restaurante en el barrio de las Letras y posteriormente un puesto en el mercado de Antón Martín, además de pasar brevemente por otros espacios.
Si conoces los gamberreos anteriores de Jorge, no te chocarán las mezclas de productos y preparaciones asturianas con productos y preparaciones de donde se le ocurra, con especial presencia de lo oriental y lo mexicano, que se marca.
R. no ha probado la cocina de Jorge y de momento está más pendiente de su app para buscar trabajo de referencia que de la decoración de Folixa, con bien de rinocerontes, calaveras, cartelería profeminista y más. No deja el móvil la pájara hasta que llega la ensalada de bulgogi con verduras encurtidas. Aquí empieza el disfrute, que avanza con la tortilla de cecina de buey y provolone y se dispara con el risotto de callos a la asturiana con kimchi y setas, una gloriosa síntesis de lo que aporta Folixa. De postre, pudding de canela con arroz con leche. Todo regado con pintas de cerve artesanal.


A rodar por las cuestas de Lavapiés, porque las cantidades son barbaridades, pareando por aquí. El precio, como para no creérselo. Cada domingo cambia la composición del brunch.
Brunch loco en mítico hotel
| Gran Hotel Inglés | C/ Echegaray, 8 – 91 360 00 01 – 35 €
Los responsables de la reapertura todavía reciente del Gran Hotel Inglés querían proponer un brunch fuera de lo común en su lobby y vaya, lo han conseguido pero bien. Yllana les ha echado una mano envolviendo en un espectáculo de improvisación humorística, música ‘en riguroso playback’ y juegos en los que participan los comensales la aparición de los platos que componen el brunch: dinner rolls, huevos benedictinos, sándwich de pastrami y waffles con chocolate y vainilla.

Domingos después de la experiencia que te he contado antes, se viene también R. a catar el crazy brunch del Gran Hotel Inglés. Por supuesto, no suelta el móvil hasta que nos llega la copa de bienvenida de champagne Laurent-Perrier Cuvée Rosé. Sigue en Microplán y ha conseguido varios trabajos en Madrid como freelance a través de esa app que maneja con muy buen aprovechamiento, la tía, lo de andar pegada al móvil le rinde. Son las 15:00, hemos venido al segundo pase del brunch, el primero empieza a las 12:30 y en ese horario tenemos ruta, claro. Entran bien los rollos y son notables los benedictinos. Muy cuidado el sándwich de pastrami y no somos de dulce, pero los wafles caen.
Ana Lógica (foto de portada, a la derecha), la maestra de ceremonias del espectáculo, maneja el cotarro con gracejo y vaya memorión tiene… No te contamos lo que pasa entre plato y plato, que la cosa está pensada para sorprender.